INTERESES
Y MOTIVACIÓN PARA EL APRENDIZAJE
Carmelo Basoredo Ledo
Se trata de
una síntesis, desde un punto de vista propio, de los contenidos más importantes
del libro “El elemento” de Ken Robinson, editado en Barcelona por Random House
Mondadori. En este libro el autor trata sobre el hecho de descubrir aquello que
nos apasiona hacer en la vida, como una fuente de un imparable comportamiento
de logro.
Hay demasiadas personas que creen que no son competentes para nada y esta creencia es un efecto pernicioso del sistema educativo, que no les ayudó o, que, incluso, les impidió encontrar sus aficiones.
Mucha
gente que tiene poca suerte a la hora de descubrir sus talentos, por lo que no
sabe realmente cuál es su elemento,
su lugar y aquello que, de forma natural se les da bien y les entusiasma.
Algunas de las razones de esta carencia son:
a) Tienen una percepción muy limitada de sus
capacidades naturales.
b) Se obsesionan por ejercitar unas determinadas
habilidades que no les van.
c) El sistema educativo da preponderancia a unas
materias sobre otras, jerarquizándolas y utilizando determinados tipos de
evaluación nada convenientes.
El
énfasis de todas las reformas educativas reside en el control del plan de
estudios y la determinación rígida de lo que se espera que aprenda la gente, así
como en la evaluación de los objetivos alcanzados, obviando los que supone el
proceso de ayuda para el aprendizaje.
Sin
embargo, el método más eficaz es invertir en la mejora de la enseñanza, no
estandarizándola, sino personalizándola para que las personas puedan descubrir
sus talentos y desarrollarlos por medio del aprendizaje.
En
el libro aparecen múltiples ejemplos de cómo aquellas personas pudieron
desarrollar sus aptitudes, por encima de todos los obstáculos sociales y
naturales que supieron superar.
2.- Nociones y alcance del elemento
Ken Robinson define el
elemento como el punto de encuentro entre las aptitudes naturales y las
inclinaciones personales. Este elemento tiene 2 características principales y 2
condiciones, sus atributos son la capacidad y la vocación y sus requisitos la
actitud y la oportunidad.
Para este autor la inteligencia es polifacética, heterogénea,
dinámica y muy peculiar, por lo que la relación entre creatividad e
inteligencia es muy estrecha. La creatividad no es más que el proceso de llevar
a la práctica aquello que nos imaginamos, mediante un delicado equilibrio entre
la producción de ideas, el análisis y evaluación de las posibilidades de
materialización que ofrecen, y el perfeccionamiento de los productos. Por
tanto, las personas que no se consideran creativas es porque no han encontrado
su medio, ni ese elemento en el que se pueden desenvolver con extraordinaria soltura.
Para ello es muy importante conectar con otras personas
que comparten la misma pasión, sabiendo que pueden colaborar con nosotros o
competir en un mismo espacio. Por tanto, en relación con un mismo elemento
distinguiremos entre el dominio y el campo. El dominio se refiere al tipo de
actividad o disciplina, mientras que el campo abarca a las personas que
comparten el mismo elemento. Obviamente, nadie tiene por qué estar limitado a
un único dominio ni a un único campo o círculo de influencia de las personas de
una misma tribu.
Estar en su elemento no implica dedicación exclusiva al mismo.
Muchas personas compatibilizan su trabajo y las actividades de su elemento. No
obstante no podemos confundir la dedicación al tiempo libre y el
entretenimiento, porque éste requiere un esfuerzo físico o mental, que tiene la
particularidad de incrementar nuestra energía en vez de agotarla. En este
sentido, el elemento se identifica más con entretenimiento que con las
actividades de ocio.
3.- Dificultades
y barreras para encontrar el propio elemento
Las dificultades pueden ser de tipo personal, social o
cultural. En el ámbito individual, estas dificultades están ligadas a
limitaciones físicas, psíquicas o actitudinales, si bien, cuando las personas
afrontan positivamente, con total determinación, una situación difícil,
generalmente descubren multitud de oportunidades para su autorrealización.
Si las barreras e impedimentos tienen que ver con obstáculos
interpuestos por terceras personas, como la desaprobación o la negativa, ya sea
en el entorno familiar, escolar o del grupo de iguales, es probable que no
quede otro remedio que separarse, saliendo del círculo en el que se originan
las trabas, y tomando una adecuada distancia para favorecer el desarrollo de los
proyectos personales.
Cuando se trata de prejuicios o valores culturales, como
la necesidad de mantener ciertos comportamientos apropiados, tal vez sea
necesario esforzarse en nadar contra corriente, a pesar de todo.
Las limitaciones por razones de edad o derivadas del
envejecimiento son relativas. Algunos sueños son imposibles en determinados períodos
de la vida, pero existen pruebas sólidas que corroboran que las funciones
creativas del cerebro permanecen llenas de fuerza hasta el final de la vida, de
modo que, a pesar del deterioro evidente de ciertas capacidades físicas,
siempre es posible aprovechar las oportunidades que brinda la madurez de la que
carecen las personas más jóvenes. Así pues, en cualquier momento de nuestra
vida podemos tomar nuevas direcciones para descubrir o reorientar nuestro
elemento.
4.- Principios de
competencia
a) Son expertos en crear, fijarse y actuar de
acuerdo con las oportunidades, cuando éstas surgen.
b) Suelen ser efectivas a la hora de trabajar.c) Tienen una gran confianza en sí mismas.
d) Se mueven rápidamente para controlar la situación cuando algo va mal, porque no consienten que la mala suerte les doblegue.
5.- La necesidad de buenos mentores
A
menudo encontrar nuestro elemento requiere ayuda y orientación de otras
personas y, como mínimo, una buena tutela eleva la autoestima y la motivación.
Los
4 roles de un buen mentor o mentora, si es capaz de conectar con nosotros y acompañarnos
el tiempo suficiente son:
a)
El reconocimiento del interés o la fascinación
que tenemos por algo, pudiendo ayudarnos a practicar componentes específicos de
nuestra capacidad y pasión.
b)
El estímulo, llevándonos a creer que podemos
conseguir aquello que a nosotros nos parece inalcanzable, de buenas a primeras.
c)
La facilitación del camino, pudiendo ayudarnos, mediante
consejos, técnicas o recursos concretos.
d)
La exigencia que nos hacen respecto a las tareas
y los resultados esperables de ellas, porque están convencidos, tal vez más que
nosotros mismos, de nuestras posibilidades.
Igualmente,
tan importante como disponer de buenos mentores en la vida, es ver cómo desempeñamos nosotros este rol con otras personas, compartiendo con la
Humanidad parte del inmenso y maravilloso regalo que la diosa Fortuna nos ha
dado.
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