Es verdaderamente difícil progresar por el recóndito espacio del desempeño competente, sin un conocimiento preciso de las tareas.
En los números 74 (Basoredo, 2012: pp. 50-54) y 75 (Basoredo, 2013: pp. 53-58) de la revista Observatorio de recursos humanos y relaciones laborales se publicó, en 2 partes, el artículo denominado: Una premisa del trabajo eficaz: El conocimiento de las tareas.
Esta es la clave fundamental para comprender el fenómeno del desempeño competente, solamente sustituible por la especificación precisa de productos y resultados. Sin embargo, demasiados modelos de competencias olvidan este presupuesto.
Pretender justificar el conocimiento de las tareas afirmando la comprensión de sus enunciados es baladí y, cuando se trata de adoptarlas como referentes para otras, entonces reconocemos que desconocemos casi todo de ellas.
Aspectos como la multiplicidad de los elementos que constituyen las tareas y sus relaciones, su variabilidad o el grado de interacción con el sujeto que las desempeña son fundamentales para el conocimiento de las tareas.
Y, dada la notable dificultad para expresar de modo unívoco los componentes y atributos de las mismas, es del todo recomendable su análisis sistemático en cualquier ámbito de la actividad humana. Para ello las técnicas del Análisis Cognitivo de Tareas son verdaderamente útiles.
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