jueves, 21 de enero de 2016

4. Aprender competencias más allá de los objetivos de conocimiento


Aprovecho esta nueva comunicación para presentar la segunda parte de la serie, publicada toda ella en la revista electrónica INED21. Por cierto, esta revista supone un recurso excelente y gratuito disponible para la última tarea de cualquier profesional, que no es otra que seguir aprendiendo para poder renovarse continuamente. 

El argumento es muy simple: Se dice que vivimos en la "sociedad del conocimiento", pero ello no es cierto, sino que estamos inmersos en la "sociedad de la competencia", en todas las acepciones del término. Sin embargo, los sistemas de enseñanza, al menos en este ámbito geográfico, van varios pasos por detrás, porque su meta es que las personas aprendan a desempeñar aquellas tareas que les faciliten su crecimiento y desarrollo.

Definitivamente, los objetivos de cualquier sistema de enseñanza tienen que trascender hasta llegar al desarrollo de competencias.

En estos 2 artículos se explica este planteamiento y se promociona el cambio necesario de paradigma. 


Basoredo, C. (2013). APRENDER HACIENDO Y SEGUIR APRENDIENDO PARA HACER MEJOR LAS COSAS


Basoredo, C. (2013). APRENDER HACIENDO TAREAS PARA ESTILOS DE COMPORTAMIENTO COMPETENTES

 




jueves, 7 de enero de 2016

3. El conocimiento de las tareas
Es verdaderamente difícil progresar por el recóndito espacio del desempeño competente, sin un conocimiento preciso de las tareas.

En los números 74 (Basoredo, 2012: pp. 50-54) y 75 (Basoredo, 2013: pp. 53-58) de la revista Observatorio de recursos humanos y relaciones laborales se publicó, en 2 partes, el artículo denominado: Una premisa del trabajo eficaz: El conocimiento de las tareas.

Esta es la clave fundamental para comprender el fenómeno del desempeño competente, solamente sustituible por la especificación precisa de productos y resultados. Sin embargo, demasiados modelos de competencias olvidan este presupuesto.

Pretender justificar el conocimiento de las tareas afirmando la comprensión de sus enunciados es baladí y, cuando se trata de adoptarlas como referentes para otras, entonces reconocemos que desconocemos casi todo de ellas.

Aspectos como la multiplicidad de los elementos que constituyen las tareas y sus relaciones, su variabilidad o el grado de interacción con el sujeto que las desempeña son fundamentales para el conocimiento de las tareas.

Y, dada la notable dificultad para expresar de modo unívoco los componentes y atributos de las mismas, es del todo recomendable su análisis sistemático en cualquier ámbito de la actividad humana. Para ello las técnicas del Análisis Cognitivo de Tareas son verdaderamente útiles.  

lunes, 4 de enero de 2016

2. Reforzando las competencias como estilos de trabajo

Habiendo definido las competencias como estilos de trabajo eficaces, en esta ocasión se recogen suficientes argumentos teóricos para justificar tal definición.

En resumen, las competencias se identifican con distintos comportamientos del desempeño competente, que, por haber sido firmemente habituados, constituyen estilos de trabajo. En tales configuraciones influyen los estilos cognitivos, los estilos de aprendizaje o los estilos interactivos de personalidad.




domingo, 3 de enero de 2016

    1. Competencia como estilo de trabajo eficaz


Con esta reseña se inicia un programa de difusión de diversas publicaciones, mediante las cuales intento argumentar el valor y la validez de las competencias, porque, si es cierto que vivimos en la sociedad del conocimiento, no es menos cierto que tal conocimiento no vale nada, salvo si no es para conseguir hacer alguna cosa bien.

En este primer artículo del 2008 se revisa el estado del fenómeno y se avanza la definición de los estilos eficaces de trabajo.